miércoles, 20 de febrero de 2019

BIODIVERSIDAD EN EL MEDIO ACUÁTICO


Los ambientes acuáticos concentran gran parte de la biodiversidad del planeta, lo que es comprensible si consideramos que la vida surgió en estos ambientes hace aproximadamente 3,500 millones de años, que comprenden más del 70% de la superficie de la Tierra y abarcan una gran variedad de hábitats, incluyendo dulceacuícolas, salobres y marinos.

Los primeros estudios de genética de poblaciones en especies marinas, basados en isoenzimas, mostraban que la estructura genética poblacional podía estar influenciada por el hábitat, la capacidad de dispersión y las conductas filopátridas, los cuales afectan el flujo génico.
En especies con una alta capacidad de dispersión y/o amplia distribución se detectaron patrones de baja diferenciación genética interpoblacional.

Así, en peces teleósteos marinos la baja diferenciación genética entre poblaciones se ha asociado al hecho de que los adultos llevan a cabo un gran movimiento, muchas veces vinculado con las corrientes marinas, y que aparentemente en los océanos hay menos barreras al flujo génico. En las poblaciones de algunos peces del Pacífico con larvas pelágicas se manifiesta una uniformidad genética, contrario a lo observado en especies que carecen de esta fase.

También, se ha encontrado en algunas especies de invertebrados (erizos, langosta, camarón, mejillón) y peces (de arrecifes, costeros, cosmopolitas pelágicos perciformes y atún) que las fases larvarias planctónicas de larga duración ofrecen la oportunidad de llevar a cabo un intenso flujo génico a gran escala.

No hay comentarios:

Publicar un comentario